Cielo y Tierra, dos fuentes de energía





El cielo y la tierra vienen a representar las dos fuentes de energía básicas; la tierra nos proporciona alimentos, de donde tomamos los nutrientes necesarios para el organismo, y el cielo nos proporciona el aire, elemento fundamental e indispensable, más aún que cualquier alimento, el oxígeno. Podemos predisponernos a un ayuno de comida, muy a nuestro pesar, aunque es posible mantenerlo hasta 40 días acompañandolo de agua y líquidos, pero es realmente impensable suprimir la respiración y privarnos del aire. Ahí radica su necesariedad imprescindible.

Respirar es un acto totalmente automatizado y reflejo, al nacer tomamos la primera inspiración y al morir la última exhalación, y durante toda la vida, el ritmo de la respiración nos acompaña como quiera que estemos. Ahora bien, los ritmos de la respiración pueden variar, y eso depende de cómo nos sintamos; si estamos agitados, ansiosos o iracundos, será un ritmo rápido, si el estado es de tranquilidad y serenidad, se hará más lento y profundo. A cada emoción le corresponde un ritmo de respiración.

Muchas veces tomamos una bocanada de aire (bostezo) para reponer energía cuando estamos cansados; suspiramos en momentos de malestar o fastidio para hacer una descarga, como también exhalamos fuertemente en un llanto explosivo cuando estamos desbordados, y eso nos trae alivio, tanto como tomar una inspiración profunda y contar hasta diez o imaginarnos en una playa, frente a alguna situación de tensión. Intuitivamente, vamos a una plaza o un lugar verde, y nos oxigenamos haciendo alguna actividad física, logramos eliminar toxinas, y aunque cansados siempre nos sentimos mejor después de hacer gimnasia, bailar, correr, etc. La respiración nos resulta fundamental y poco sabemos de cómo usarla y aprovecharla.

La respiración consciente, nos puede ayudar a entrar en estados de relajación y de meditación, y con ciertos ejercicios, hasta podemos limpiezas profundas de desintoxicación y eliminar el estrés y la angustia, cargándonos de entusiasmo y energía. Descubrir esta herramienta es maravilloso y está al alcance de cualquiera.

También la ingesta de alimentos trae aparejado cierto desconocimiento, somos lo que comemos, en la medida en que consumamos ciertos alimentos, estamos más o menos expuestos a contraer enfermedades. Existen lo que se llaman alimentos alcalinos (verduras, legumbres, semillas, frutas cítricas) y ácidos (café, tabaco, azúcar, chocolate, alcohol, frutas dulces, harinas, carnes). Cuando un órgano o tejido alcanza un nivel determinado de ácido, los microbios circulantes entienden que eso está en descomposición y comienzan a degradarlo, así se desarrollan las enfermedades. En la medida que ingerimos más ácidos tenemos más propensión a generar enfermedades. No es una apología al vegetarianismo, pero es verdad que si supieramos ésto, seguramente prestaríamos más atención a lo que comemos...y vida sana para todos...

No hay comentarios: