Meditar: un arte?



Siempre se habla de la
meditación como algo muy misterioso e inaprehensible, como si fuera algo difícil de dominar y reservado sólo para maestros espirituales, yoguis ó personas reflexivas, si son hindúes u orientales mejor, porque hay una confusión acerca de la práctica, que supone la acción de "pensar detenidamente" alguna cuestión, como concepto más cercano y desde el imaginario social que circula.

Lo cierto es que meditar no es más que el ejercicio de suspender la actividad mental, detener el parloteo constante de la mente y el diálogo interno que todos tenemos, producto de normas, exigencias, deseos, temores, etc. Cuando logramos eso de "poner la mente en blanco" pero sin forzar ese hecho, sino haciendo que fluya ese energía, nos sentimos libres de toda presión, y en ese instante no hay nada, realmente, más importante, porque lo que estamos vivenciando es el Ser. Se podría definir el Ser, provisoriamente y para un primer acercamiento, como la energía universal que penetra en todo ser vivo y en todo lo que existe, por ende, nosotros somos el Ser en una fracción pero con las mismas e idénticas propiedades. (Concepto de holograma)
Como resulta que experimentar el Ser no es accesible mentalmente, ya que no es un concepto y no permite ser capturado por el lenguaje, nos lleva el trabajo de silenciar la mente y observar, para que se manifieste el Ser en toda su expresión. Es una experiencia puramente vivencial de conocimiento directo.

Citaré un fragmento que considero interesante e ilustrativo acerca de lo que implica meditar:

"lo que denominamos iluminación tiene lugar cuando alcanzamos un estado carente por completo de intenciones. Por un instante, nos hallamos fuera de la espiral evolutiva y las tensiones que estimulan nuestro crecimiento. Son momentos en los que no perseguimos la disolusión de los opuestos, porque nos encontramos en una situación espiritual que no admite evolución. Todas las armonías se funden y reina una armonía verdadera, muy diferente a la armonía aparente que se logra cuando damos un paso evolutivo, después de haber realizado la síntesis de un par de opuestos.
La iluminación se puede alcanzar desde cualquier situación vital, desde cualquier nivel evolutivo. No es el úlitmo peldaño de la evolución, sino la suspensión de todo proceso de crecimiento durante un breve lapso de tiempo. Vivir un momento de iluminación favorece los procesos evolutivos que recomienzan tras la experiencia consciente de la armonía y nos permite manejar más relajadamente las situaciones de tensión provocadas por los pares de opuestos.
Reconciliar los opuestos es más sencillo después de haber contemplado la espiral desde afuera. Todo resulta ser, más que un asunto preocupante, un juego divertido." *cita del libro Reiki de Walter Lübeck

Se ha observado en experimentos científicos, que durante estados meditativos ambos hemisferios cerebrales comparten la misma frecuencia; las ondas cerebrales funcionan en una sintonía total, se manifiesta la unidad, la sensación de bienestar vivenciada tiene que ver con que no hay sobre-actividad de un hemisferio sobre el otro, como generalmente ocurre.

El hemisferio izquierdo, se ocupa de la lógica, el razonamiento, el pensamiento dirigido a metas y la resolución de problemas; el hemisferio derecho se ocupa de la intuición, la fantasía, el discurrir de la consciencia, la creatividad y pensamiento lateral. La situación más corriente es que la mente es dominada por el hemisferio izquierdo, debido a su propia lógica de control. Por eso podemos temer a una experiencia meditativa, donde justamente, dejamos fluir y se anula el control.

Si meditar es un arte o no...? diría que: es para personas que no le temen a su arte,
y que: dejar la mente "en blanco" puede ser un arte cuando estamos abarrotados de pensamientos..

El poder de la palabra




Cuando estaba a mitad de la carrera de Psicología, en un exámen había una pregunta que me dejó perpleja: "Explique el poder de la palabra y sus alcances"...definitivamente la palabra tiene un enorme poder.

Voy a tomar sólo algunos puntos de vista, pero esta pregunta puede augurar una infinidad de respuestas. La
palabra, desde lo social, nos constituye; las reglas y los mandatos sociales son nombrados por padres y tutores, dictaminados, sugeridos, impuestos, aconsejados...y son incorporados al sistema de valores que de ahí en más nos imprime un juicio que determina, el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto; ya no somos libres en la elección, ha sido cuartada por la palabra, a tal punto, que ni siquiera necesitamos un Otro que nos lo diga, retumba en el mundo de las ideas y nos comanda, "creyendo" que eso es una guía. Si eso no es poder de la palabra...qué es..?

Aprendemos a ver el mundo, a conocerlo, a través de la palabra. Para aprender a pedir agua, necesitamos aprender primero la palabra agua, y necesitamos un Otro que sea el dador, tanto de la palabra, como del agua, como además, de un plus añadido a esa agua que cubre la necesidad básica fisiológica, el amor; agua más amor es en éstos términos cuidado que viene de un otro y que nos hace indefensos, inconclusos y dependientes en un punto. Habrá que aprender luego, qué implican estas palabras y cómo nos relacionamos con los otros y con el mundo, para entender que no somos, en esencia, ni indefensos, ni inconclusos ni dependientes sino más que por las palabras.
Obviamente, ese amor también se transmite mediante la palabra, y por suerte, muchas veces por otros lenguajes no verbales, que van desde la mirada, la atención, la caricia, el abrazo...es una buena noticia.

Y finalmente, el poder de la palabra desde la intención, la oración y la plegaria. Si se quiere, la palabra en este sentido, desprovista de toda maliciosidad y premeditación especulativa. La palabra aquí en toda su expresión de súplica benévola, que sabe de la esencia verdadera del Ser, que entrega la beatitud a quien lo solicita sin juicio ni selección, a todos por igual, la real justicia. El que pide, limpio de alma y corazón, tiene lo que merece por ser parte del todo, por ser el todo en su justa medida, en su sabia vivencia espiritual, en su cadencia que se deja ser, que no es tocada, maltratada o manipulada por la palabra instigadora, incriminadora, ofensiva.

El poder de la oración, es una instancia que no es muy atendida ni conocida, y es algo que sería bueno ejercitar para incorporarlo a nuestras vidas. La ley de atracción (film "El Secreto") y el efecto de las palabras en el agua (Dr. Emoto), hablan de éste poder que tenemos sobre los pensamientos. El pensamiento y la palabra son las caras de una moneda, a nivel cognitivo son inseparables, y si experimentamos lo que podemos generar con la intención, con la palabra que imprime en el pensamiento y en las emociones determinados efectos, sabríamos que tenemos en las manos una herramienta infinitamente valorable.


Video sobre el efecto del pensamiento en el agua:

http://www.youtube.com/watch?v=FvzTNhVb9Y4

Reiki, en pocas palabras...




La mirada occidental, hace que uno se extrañe de esta palabra y de todo lo que puede, en términos de otorgamiento y también de poder, que conlleva el vocablo. En pocas palabras, Reiki significa la relación entre la energía universal y la energía personal, y con ésto ya estamos asumiendo, que todo es energía, el universo y nosotros mismos.


Por desconocer nuestra propia esencia, dilema eterno del hombre, estamos alejados de lo que existe a nuestro alcance por el sólo hecho de ser. Somos energía y pertenecemos a un sistema complejo con el cual estamos en interrelación constante, lo sepamos o no, si nos hacemos concientes de ésto, entonces tendremos más herramientas para conocernos y para vivirnos en toda la extensión y la verdadera expresión del Ser.

Reiki es una técnica de sanación, que puede ser administrada a través de uno mismo ó de un tercero o facilitador; en ambos casos, la persona se hace canal de la energía universal para alimentar la fuente de energía personal. Y para qué? para aumentar la vibración y mejorar los estados mentales, emocionales y físicos. Los chakras, son centros energéticos corporales que organizan determinados procesos en estos tres planos.

La energía tiene una cualidad de fluidez y luminosidad, cuanto más alta es la vibración de los campos energéticos que nos componen, mejores manifestaciones en éstos tres planos tendremos como consecuencia, por el contrario, estados de densidad y bloqueos energéticos, producen confusión mental, sensaciones de futilidad, abatimiento, tristeza y cualquier estado mental y/o emocional negativo; cuando los campos más sutiles se agotan, se empieza a manifestar en el plano físico -el más denso y por lo tanto el más visible a los sentidos- los bloqueos producen enfermedades, que suelen ser paliadas con otros factores externos como químicos y medicamentos, y muchas veces con un abordaje invasivo por parte de la medicina convencional.

Lo importante es hacerse conciente de que somos cuerpo, mente y espíritu, que tanto lo positivo como lo negativo se expresan en los tres planos, y que siempre tenemos la opción de elegir un estado mejor en función de conocer los caminos y las herramientas, saber identificarlas como tales, y ésto incluye entender que hasta la peor enfermedad viene a traernos una pista que nos indica por donde ir.

Otra visión del tiempo






El estudio del sincronario maya (homólogo al calendario gregoriano actual) y las nociones de esa cultura, me trajo un nuevo concepto del tiempo. Los mayas respetaban los ciclos naturales, y se guiaban por la observación de los astros, el sol y la naturaleza en general, de la que se consideraban parte, y entendían que todo tenía un funcionamiento sistémico, de interrelación.

Así como el aire es la atmósfera del cuerpo, así el tiempo es la atmósfera de la mente. Quien posee tu tiempo, posee tu mente. Posee tu propio tiempo y conocerás tu propia mente. Este, es uno de los andamiajes para tomar una nueva visión del tiempo y para reformular cómo queremos vivir.

En la actualidad vivimos inmersos en un tiempo artificial y mecanizado, creado a medida para sostener el sistema de intercambio de bienes y del consumo al que estamos invitados invariablemente, devorando los tiempos naturales de los que somos parte intrínseca. Es por eso que muchas veces sentimos que no tenemos tiempo suficiente, y los males posmodernos son el estrés y los ataques de pánico generados por un alto y desbordado nivel de ansiedad.

Recorremos góndolas de supermercados ó shoppings, deseando ilusoriamente la "satisfacción" ansiada, y así entre tanta variedad a disposición, se autoperpetúa el sistema de compra hasta agotarnos en infinitas búsquedas. Con suerte un día nos detenemos ante la insatisfacción constante y nos preguntamos qué es lo que buscamos realmente.

La visión del tiempo en base a los ciclo naturales, implica retroceder en esta marcha vertiginosa y sin miramientos que es impuesta por el consumismo; tomarse como parte de la naturaleza es respetar los ritmos que nos dicta la intuición. Hemos dejado de escuchar nuestro cuerpo cuando pide alimentos, descanso, actividad física, y otras necesidades que son avasalladas por una imposición cultural.

Poseer el propio tiempo para conocer nuestra mente, es la clave para bajarse de la vorágine y vivir más relajado, empezar a "ser" alineados a nuestra esencia más auténtica. Para ésto, es necesario estar en intimidad con uno mismo, y este viaje, es siempre en el ahora...




Video sobre el sistema de consumo:

Documental Zeitgest en youtube

Págs. sobre la ley del tiempo y el sincronario maya:


www.lawoftime.com
www.13lunas.net